lunes, 13 de septiembre de 2010

Diez de Septiembre.


Señor Recuerdo, quisiera pedirle que no vuelva, simplemente porque no me interesa.

Yo sé que usted tiene mucha eficacia, mucha técnica... Una canción, un perfume en el viento... A usted le basta con eso.

Pero tristemente debería enterarse que conmigo no funciona.

Aunque yo lo intente.

No pudo conmigo al principio, no va a poder entonces, conmigo justo al final.

Más que angustia usted sólo me trae extrañamiento.

Extrañamiento no de extrañar, sino de estar extrañada.

A veces no comprendo el paso del tiempo, sabe?

Ni cómo pasó todo.

Es imposible.

Yo lo estuve buscando un buen tiempo, cuando quise llorar. Pero usted nunca vino.

Y ahora, que yo ya no lo necesito se empeña en volver?

Quizá piense que no me doy cuenta, pero me doy.

A veces camino por la calle, y una sensación me frena.

Es como si algo se me cruzara por la mente.

¿Es usted, no?

Me parece bien, pero no soy el tipo de persona especialmente atraída por irrupciones en su vida.

Muchas gracias, pero está de más.

A veces estoy sentada, y siento que me lleno de aire, me lleno por siempre. Quiero respirar mucho, mucho más. Quiero llenarme de ese perfume, o de ese sol, quiero llenarme del viento. Quiero quedarme ahí, volviendo por siempre.

Yo sé que le duele dejarme, dejarme crecer...

Pero no puedo quedarme atrapada en las tardes y en las veredas.

Atrapada en los lugares que nunca más voy a pisar.

No puedo quedarme exclusivamente con usted, señor Recuerdo...

...quedarme jugando en el patio, hasta que se haga de noche. Y después tener miedo a juntar los juguetes, porque ya está oscuro... quedarme con la merienda de las cinco de la tarde, recién llegada de la escuela. Cruzar corriendo la calle e ir a comprar galletitas...

Ya no puedo pensar en voz alta, ya no me haga pensar en voz alta.

Ayer dije: Ya me acordé.

Y no quise decirlo en voz alta, pero ya me acordé. Ya me acordé lo que se siente, y por un momento me había olvidado...

Pensé que no sabía como era. Pero sí que sé.

Así que como puede ver, vuelve todo el tiempo, a desplazarme de mi lugar.

A dislocar todo.

Ojalá fuera simple asumirlo como parte de mí, no tendría problema.

Pero no me deja vivir el hoy, volviendo todo el tiempo... no es fácil.

Porque lo más complejo de esto, es que amo volver.

Y que me cuesta estar acá, la mayor parte del tiempo.

Es una adicción, un misterio que me hace llorar.

No es que no quiera volver... Es que no voy a poder volver.

Aunque yo lo intente, tristemente debería enterarse que conmigo no funciona.

Señor Recuerdo, quisiera pedirle que no vuelva, simplemente porque no puede llevarme con usted.


10-09-2010

No hay comentarios:

Publicar un comentario