sábado, 18 de septiembre de 2010

21

Hay una diferencia tan grande entre el amor y la amistad...
La amistad es el sentimiento más real y transparente del universo, no tiene nada de egoísmo. Uno quiere que el amigo sea feliz, no que el amigo lo haga feliz. Es lo más desinteresado del mundo.
Uno tiene lo que tiene y con eso basta.
Uno llora por el amigo, pero porque lo quiere y no soporta estar mal con él. Uno llora por los amores pero porque en ese momento lo odia y quisiera ahorcarlo.
Un amigo te sigue queriendo aunque no te tenga fisicamente al frente.
Un amor si no te tiene fisicamente, es capaz de dejarlo ir todo.
Un amigo se pone celoso de otro amigo, pero por naturaleza humana. Se traga la bronca y no se descarga en tu cara a los gritos.
Un amor te hace escandalo por celos, y es capaz de hacer que todo termine.
Un amigo te remarca los errores, por TU bien. Y explotas de bronca por dentro, pero tratas de cambiar, por vos, no por el otro.
Un amor te reprocha lo errores, por SU bien. Y explotas de bronca por dentro y por fuera. Te obliga a cambiar por él, no por vos. Todo se hace una tormenta y sos capaz de perderlo todo.
Un amigo no vino al mundo para complacerte, porque no pretendes nada de él, simplemente que sea.
Y asi como es te parece más que suficiente. Porque se equivoca, sí, y te da muchísima bronca, pero no te importa. Porque nadie te obliga a ser su amigo, simplemente vos lo quisiste así.

(21/Julio/2009)

13/04/2010

"You know it's all the same
Another time and place
Repeating history
And you're getting sick of it"


Bueno, supongo que ahora tengo que ponerme a escuchar la misma canción que escuché una vez. Que se llamaba “cambio”, y darme cuenta que nunca nada cambió.

Supongo que ahora tengo que volver a pensar lo mismo que pensaba antes.
Supongo que tengo que ponerme a escribir mil hojas de quejas, o mejor releer las que escribí algún día y evitarme el trabajo, y la repetición de los hechos. Y evitar este deja vú constante que nunca se fue ni se va a ir.
Supongo que ahora él tendría que estar acá para reírse de mí.
Supongo que ya no vale la pena intentar ser optimista y reírme de todo. Y fingir la perfección interior.
Yo creo que ya no puedo seguir creyéndome las ideas preestablecidas de la gente que cree en el mundo perfecto, y en que los buenos siempre ganan. Supongo que no debo seguir defendiendo la verdad y asumiendo que es lo más lindo que existe.
Opino que ya no va más la idea infantil de creer que soy diferente, y que mi vida es única. Porque es estúpido, porque todos pensamos lo mismo. No puedo creerme que fui elegida entre un millón, y que mis amores son más reales que los de los otros, y que mis dolores duelen más. No puedo seguir con ese conformismo de que llorar hace que uno se sienta vivo. Es estúpido. Es estúpido todo, hasta que hoy haya aconsejado a alguien diciéndole: "El que no arriesga no gana". Con sonrisita irónica de "yo lo sé todo" y de "mirénme que bien controlo la situación". Aconsejo una vulgaridad semejante como esa, cuando sé que siempre arriesgo todo, y nunca gano.
Y considero que debería seguir escribiendo mis ideas idiotas en palabras que nunca nadie va a leer, y me pongo a hacer un supuesto duelo, por alguien que no se murió, simplemente porque me lo dijeron. Y me pongo a llorar, porque me dijeron que llorar hace bien, y qué bien que hace! Sobre todo porque me siento más mal que antes. Porque lloro por algo que no debería llorar, porque lloro de obligada. Y porque me hace llorar algo que quizá no debería hacerme llorar. Y me veo acá, con un año más, viviendo lo mismo una y otra vez. Y pienso que no es verdad. Y me río, porque no es verdad.
Y me hace mal pensar, tanto en la casita del árbol que nunca me hicieron, como en mi amor imposible al que jamás le dije que me moría por él. Y me entero que esto no es nuevo, que siempre fui la misma tarada. Y que siempre lloré por todo, y que siempre me reí por cualquier cosa.
Y que estuve siempre en contra de hacer públicas mis cosas, y estoy cayendo inveitablemente en eso. Y sé que esto no lo va a leer nadie, nadie va a leerlo en serio, como nadie leía mis cuentos a los 7 años.
Y me acuerdo que alguna vez dije: Yo lo que quiero es hacer ruido. Y todos se rieron de mí. El mismo día que dije estar a favor del Carpe Diem, por el simple hecho de llevar la contra.
Y ahora me pregunto que sentido tuvo para mí hacer ese tipo de cosas. Si estoy en el mismo lugar de siempre, dándomela de excéntrica, cuando soy una doblegada a la que le dominan la vida.
No puedo ir en contra del viento.
Y quisiera ser perfecta, tan perfecta como querés que sea. Tan perfecta como te crees que sos. Quisiera tenerte conforme una vez en la vida también. Pero más quisiera estar conforme yo, y no tener que hacer todo por vos. Quisiera no querer resaltar en todo, y sonreír por cada cosa que hago bien "ocasionalmente". Ya no quiero fingir que salgo tan bien de todo lo que me sale mal, y que siempre consigo lo que quiero. Ya no quiero que me salga "todo" bien. Ya no quiero correr a contartelo y que me digas que es mi obligación. O que me hagas una sonrisita condescendente. Sé que no ves lo que hago. Sé que no leés lo que escribo. Sé que no me mirás cuando juego al frente del espejo. Ey, sabías que en realidad todo me sale mal?
Sé que te importa demasiado que nadie me haga mal, que no querés equivocarte. Lo sé todo, como vos lo sabés todo. Y como nunca vas a saber lo que pienso.
Sé que mi postura de tomarme la vida de buen modo, de asumir las crisis como algo positivo se me fue todo al tacho. Sé que no puedo ser buena persona, y estar las 24 horas riéndome por todo. Sé que no es verdad mi filosofía de tengo "17 años, soy linda y simpática, ¿qué me puede faltar?" Sé que es todo mentira, y me da risa.
Bueno, también sé que sé y tengo muy en claro que quiero la vida más loca del mundo, y que todos piensan que estoy definitivamente loca. También pienso que me gustaría romper todo y gritar muy fuerte. Qué pondría la música a todo lo que da, para que me retes. Y que me gustaría saber que harías si salgo ahora mismo a caminar en piyama por la calle abajo de la lluvia, y no llevo paraguas.
¿Qué me dirías? Apagá todo, y andáte a dormir.

13/04/2010

------------------------------------------------------------------------------------------------

-A.L.
"El que no arriesga, no gana." Te lo digo yo!
y sabes que? YO TAMBIEN LO QUE QUIERO ES HACER RUIDO! hacemos ruido juntas?
te amo y voy a estar siempre siempre con vos MEJOR amiga♥


-M.D.

"Qué pondría la música a todo lo que da, para que me retes."

Sé, que además de la música, es otra cosa la que suena A TODO LO QUE DA adentro tuyo.... sé, que es eso lo que tiene que prenderse, que todo trae consecuencias, hasta ser feliz.
De quejas, ya conocés cual es la respuesta, cual la consecuencia... y QUE TIENE SER O ESTAR LOCA? que tiene de malo, a veces ir en contra del viento SÍ QUE PODÉS... a veces con menos obstáculos otras con más... y podás mil cosas, como poner fuerte la música y gritar, y hacer ruido y largar todo lo que hoy no terminaste de sacar.

Te quiero amiga de hace mucho
Y no me importa que ya sepas que estoy acá, por las dudas te aviso, que no estoy acá.. que estoy acá, allá y en tu corazón, en ese lugar que un auto y una tarde de nenas, nos metió a cada uno el nombre de la otra bien adentro... sin dudar que locas o no, nos tenemos.

-M.G.
"No puedo ir en contra del viento."
Sí que se puede...y aunque tengas todas las de perder siempre vale la pena intentar y morirse en la de uno.

Treinta.

Es increíble como les gusta trangiversar las cosas. Es increíble, y me encanta.
Me encanta observarlos. Cómo actúan, lo que dicen, cómo reaccionan. Me encanta ver como pierden el tiempo. Cómo derrochan energía, cómo se quedan sin nada...
Pienso que no se dan cuenta, y es triste. Pienso que se contaminan.
Los miro desde afuera y sonrío. Me pregunto si toman conciencia. Me pregunto si esto los llena, si derrumbar todo los hace crecer.
Me pregunto por qué hago lo que hago, cuando me veo ahí caminando, gritando. Rompiendo todo, enfrentándome. Y ahora me quedé sin nada, o mejor dicho sin todo.
Y debería avisarmelo quizá.
Porque es increíble como me gusta trangiversar las cosas. Es increíble, y me encanta.
Me encanta observarme. Cómo actúo, lo que digo, cómo reacciono. Me encanta ver como pierdo el tiempo. Cómo derrocho energía, cómo me quedo sin nada...
Pienso que no me doy cuenta, y es triste. Pienso que me contaminan...
Pero el camino más lógico, el que elijo, es reírme. Es decir, no. Hoy no, no tiene sentido.
Bueno, pienso también que lo admito, y sigo simplemente siendo.
Pienso que ya no me importa, y creo que debería importarme.
Creo que ya me separé del resto, creo que pasé a otra instancia. Creo que es muy loco todo.
Me quedé atascada allá, y me estoy viendo, y me estoy riendo, de mí, de mi irracionalidad.
Bueno, todo es tan relativo, que buscarle sentido ya no tiene sentido.
Creo que todo es lo mismo, creo que todo es distinto.

30-04-2010

Cuatro de Agosto.

A mí me intriga la gente.
Me intrigan los hipersensibles, los hipersusceptibles, los hiperirritables.
Más que intrigarme, me sorprende; me gusta, me da risa.
Las personas que agrandan todo, que lo maximizan.
Las personas que exageran... cómo me gustan las personas que exageran!
Me mata, realmente. Me mata el ingenio.
Me refiero a que hay que ser inteligente. No cualquiera tiene ese instinto persecuta.
La capacidad de imaginación de esas personas, juro, es envidiable.
Que envidiable el "hacerse la cabeza", el "hacerse la película".
Yo quisiera ser así, yo ¿seré así?
Esa paranoia constante, ese sentirse atacado por nada... debe ser atrapante.
Debe estar bueno.
Es excelente, creo que es un efectivo mecanismo de defensa. Que experiencia increíble.
Tiene muchas ventajas verdaderamente. Sobre todo porque nunca tenés la culpa de nada, siempre sos la víctima. Y el actuar tan de repente, saltar de antemano, te asegura el primer ataque.
Saltar... "Saltar si no hay charquito"
Me gusta eso. Me gusta, me gusta. Realmente me gusta.
(Y)

04/08/10

Seis de Agosto.

Pasa un día. Pasan dos. Y me pregunto si pasarán por algo. Si buscarán algo.
Me pregunto cuál será el objetivo de todo esto. Y si la similitud de hechos esconderá algún secreto.
Me pregunto hasta qué punto lo real es lo real, y hasta qué punto lo seguro es lo seguro.
Hasta qué punto lo lógico y lo aceptable es creíble y es estable.
Lo que digo y lo que decimos todos ¿por qué no podría existir por siempre?
Por qué el último beso nunca sabemos si es el último?
¿Fue el último?
Cómo cambia todo…
Cambia demasiado rápido, tan rápido como crecer, y olvidarse de todo.
Y pensar que es caóticamente necesario.
Tan caóticamente necesario cómo tener que perder para ganar.
Ojalá no cambiara nunca, ojalá no tuviera que perder.
Y así, amaría ver cómo todo se simplifica patéticamente y pierde sentido para mí.
Amaría ver como las oportunidades ya no son oportunas.
Amaría ver como las casualidades ya no son casuales.
Quisiera saberlo todo.
Y sabiendo todo de antemano, quizá no hubiese doblado en la esquina esa tarde.
Quizá hubiese vuelto.
O quizá no cambiaría nada, y todo seguiría siendo como es ahora.
Pasa un día. Pasan dos. Y me pregunto si habrán pasado por algo. Si habrán encontrado algo. Me pregunto por qué ver esto otra vez me hace sonreír. Por qué es tan curioso saberlo todo.

06/08/2010

13

Había conocido a esa persona antes de que ella me conociera a mí, en algún viaje hacia algún lugar. Eso era lo más probable. Sí, lo más probable era que yo la hubiese conocido, de un modo intencionalmente casual, en algún día de otoño. Aunque también podría haber sido en verano.
Tranquilamente la conversación pudo haber empezado con un: Discúlpeme, tiene hora? Y pudo haber terminado en cosas innombrables. O quizá nunca terminó.
Pero todo era tan absurdo como el amor a primera vista en invierno, como haberse enamorado dos veces... al mismo tiempo. Así que preferí que me conociera antes que yo.
Había conocido a esa persona hacía poco más de... unos cuantos años, así que cuando se acercó con aire de desconocido, preferí fingir no conocerlo. Yo no reconozco a la gente, porque la gente no me reconoce a mí. Así que cuando se cruzó de vereda, yo me crucé también. Para ocasionar un perfecto desencuentro.
Y así fue.
Fueron trece cuadras, caminadas a un promedio de minuto y cuarto, minuto y medio cada una. Caminadas en zig zag. De vereda, a vereda.
De cuadra con numeración par, a cuadra con numeración impar.
El minuto y cuarto, minuto y medio se redujo a minuto, casi con una paranoia enfermante.
Fue uno de esos momentos en que 1.300 metros aparentan ser más que nunca 130.000 centímetros.
Creo que hasta se me hizo divertido.
Hasta que me puse a pensar... ¿Qué pasa si doblo en la próxima esquina?
Y así fue.
Doblé en la decimotercera esquina.
Qué increíble, no?
Yo doblé en la decimotercera esquina izquierda, y él en la decimotercera esquina derecha.
Por lo tanto aunque éramos conocidos, y no nos habíamos reconocido, y en parte éramos un tanto perseguidos, o lo que sea que fuere algo por el estilo, fingimos hacernos los desentendidos, porque el hecho de tener que volver a hacerse conocido, o para peor, hacerse el entendido, es TAN agobiante... Y más cuando es otoño, o cuando es verano... O cuando te caminaste 13 cuadras, o peor! 1.300 metros, y ni hablar de cuando se trata de 1.300 metros que aparentan más que nunca ser 130.000 centímetros...
Después de doblar en la decimotercera esquina, se me hizo más fácil no conocerme con los conocidos.

08 de Agosto del 2010

martes, 14 de septiembre de 2010

Así.


No estaré sintiendo un poco en exceso?
Porque en una de esas puedo llegar a dar de más.
No debería ir un poco más lento?
No sea cosa que me vuelva a equivocar.

Así que tengo que quedarme quieta
y sin riesgos en mi lugar.
Así que tengo que soñar bastante menos
para no empezar a delirar.

No estaré creyéndome el cuento
de que nada nunca va a cambiar?
No será que esto se llama miedo,
y de orgullo, por astucia lo hago pasar?

Así que prefiero estar en cero
antes que arriesgarme a pasarla mal.
Así que prefiero negarme al juego
antes que por vos animarme a jugar.


Así es como que me gusta ir de indiferente,
esquivando todo lo que pueda pasar.
Así es como me gusta ir fingiéndome risas

y la desconfianza poder disimular.


Así es como se mezcla en mí la locura
de quererte de a poco y no querérmelo contar.

Así es como me invade la historia repetida
de buscar algo
y no dejármelo encontrar.